Depósitos sólidos en la vesícula biliar que pueden causar dolor y complicaciones si obstruyen los conductos biliares.

Inflamación aguda del apéndice, que requiere atención médica inmediata y a menudo cirugía.

Cambio precanceroso en el revestimiento del esófago, causado por el reflujo ácido crónico.

Trastornos que afectan el funcionamiento del colon, como colitis o cáncer, y alteran la salud digestiva.

Crecimientos en el revestimiento del tracto digestivo, la mayoría son benignos, pero algunos pueden volverse cancerosos.

Inflamación del revestimiento del estómago, causando dolor, ardor o indigestión.

Crecimiento anormal de células en el estómago que forman tumores malignos.

Crecimientos o bultos en la glándula tiroides; la mayoría son benignos, pero algunos pueden ser cancerosos.

Infección bacteriana común en el estómago que puede causar gastritis, úlceras y aumentar el riesgo de cáncer gástrico.

Trastorno esofágico que dificulta el paso de alimentos y líquidos al estómago debido a problemas nerviosos y musculares.

Protrusión de órganos o tejidos a través de un punto débil en la pared abdominal, formando un bulto.

Bultos benignos bajo la piel: quistes sebáceos (llenos de sebo) y lipomas (tumores de grasa).

Conexiones anormales en el intestino (fístulas) o acumulaciones de pus cerca del ano (abscesos), ambas dolorosas y requieren atención quirúrgica.